Nuestra Orientación....


"He visto la opresión de mi pueblo...

he oído sus clamores contra los opresores...

he visto sus sufrimientos...

ahora, ve, yo te envío...

Quitate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado."

Ex3,5.7ss


En nuestro mundo fragmentado, roto y herido, el grito de l@s exluid@s nos reta y nos apremia a:

inventar con dinamismo maneras de ser y de vivir relaciones justas con el/la querid@ projim@ y con la creación.

Apasionadas por Cristo y apasionadas por la humanidad nos comprometemos como Hermanas de San José:



  • a ser mujeres de esperanza, audaces y con corazón misericordioso,


  • a vivir nuestr0 carisma de Comunión con fidelidad, coherencia y creatividad


  • a dejar nuestras seguridades y a asumir ser transformadas.

PARA LA VIDA DEL MUNDO


"Hoy como ayer, nuestra esperanza consiste en contribuir en calidad de débil instrumento a la construcción de un mundo en el que todos los pueblos, en la riqueza de su diversidd constituirán el único pueblo de Dios."

Una propuesta para l@s jovenes...

Un poco de historia

Somos una Congregación de vida religiosa activa fundada en 1650 por el Padre Juan Pedro Mèdaille, quien inicia con 6 mujeres en un pueblito llamado el Puy en Francia.
Fuimos refundadas en 1808 por Sor San Juan Fontbonne en Lyon, Francia,
de ahí viene nuestro nombre.
Debido a la separación de la Iglesia y el Estado en el siglo XIX en Francia, en 1903 un grupo de cinco hermanas animadas por el Padre Felix de Jesús Rougier, entonces superior de los padres Maristas en México,
se vienen a México a donde abren un colegio en la capital.
El crecimiento inmediato y la demanda de la sociedad mexicana hicieron que al año siguiente las hermanas abrieran otro colegio en el centro de la ciudad.
Ellas venían con un ideal educativo y a él se cosagraron heróicamente.
Su labor y entrega sucitaron entre las jóvenes mexicanas, el deseo de seguir su vocación. Las primeras fueron a Francia a su etapa de formación.
Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial
las superioras decidieron enviar las vocaciones a Estados Unidos.
En 1941, el Capítulo General decidió abrir un noviciado en México, en 1947 constató que la Congregación se podía ya organizar en Provincias y en 1958 México es nombrado como Provincia de la Hermanas de San José de Lyon.
Ante un mundo en evolución acelerada, el Concilio Vaticano II fue una respuesta para la Iglesia y un reto para las congregaciones religiosas. Así la profundización del carisma hizo brotar un nuevo caminar y se empezó una nueva búsqueda de vida religiosa entre los empobrecidos.
Esta etapa en el Seguimiento a Cristo Siervo, se caracterizó por una intensa creatividad en la que hubo aciertos y fallas.
Actualmente como Provincia de México nos encontramos en el Distrito Federal, Estado de México, Veracruz, Guanajuato, en el Paso-Texas
y desde 1996 en Honduras (Centro America).
Buscamos responder con entusiasmo a los retos que se nos presentan en la vida diaria
para que tod@s seamos un@.